La de ayer fue una noche de amor, de cariño, de fraternidad, donde todo el mundo llevaba puestas lentillas de color de rosa y donde "casi todo" estaba permitido. Solo hubo una excepción, ya que un vándalo agredió a un pobre indigente, partiendole la ceja con una botella de cristal. Desde aquí, denuncio tu cobardía por agredir a un pobre y
decrépito hombre, que solo buscaba compañía femenina como tantos otros. Recordad niños, nunca se pega a un indigente fuera de un cajero.
Fue una velada atípica también, pues los maderos no se dignaron a aparecer, cosa que en anteriores ediciones si hicieron y con suma violencia además.
A mi juicio, la conmoción por la separación de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar tuvo mucho que ver.
Por lo demás, la noche transcurrió por cauces normales: mucha tinta en nuestros harapos, flashes de cámaras centelleando en la oscuridad, además de alcohol entrando y saliendo por vía oral en demasía. En esta ocasión, hice uso de los consejos de uno mis maestros sociológicos (Bastida) y observé que aquellos pasados de revoluciones se apilaban en batería frente a la valla del colegio con objeto de mantenerse en pie. Los gorrones hacían mientras tanto su agosto "picando" en cosecha ajena. Mi plan era el mismo de siempre: ir en plan nómada y expectante ante los caprichos del azar. Tal es así, que de los cuatro cubatas que consumi, uno pertenecía a mi ajuar y los otros tres cayeron por cuenta ajena. Mi uso de la comprensión social y humana me hizo también llegar a la conclusión de que este año el premio a la belleza y a la simpatía recaiga sobre las chicas de biología.
Bueno, volviendo al tema que nos ocupa: sobre las tres recibí una llamada de Reimon para irme con "mi sonata" a otra parte. Nata, Isa, Perni y otros amigus cogimos el bus para arribar a Glub, afamada discoteca enclavada en las Atalayas. No nos fuimos hasta que Reimon hubo bien dibujado unos cuantas mandíbulas y unos cuantos "miembros" en nuestras maltrechas batas. Nata, correspondió dibujando sendos pececicos. Durante la travesía, biólogos y ambientólogos se intercambiaron una ristra de cánticos. Un químico que se hallaba en soledad, fue avasallado por gran parte de los pasajeros. Yo, a la chita callando, y siendo el único ingeniero, salí indemne del fuego cruzado. Lo primero que se nos ocurrió nada más entrar, fue localizar al pinchadiscos. El primero en divisarlo fui yo. Su figura emergía en los altillos de entre una cortina de humo. Mis primeros momentos en el recinto no fueron de mucha lucidez, ni brillantes. Las cosas como sean.
Fue en el aseo, donde se produjo mi primera gran ocurrencia: allí la música se escuchaba muy alta y parecía ser sensiblemente diferente a la del exterior, así que llegué a la conclusión de que me hallaba en otra sala dotada de otro ambiente. Los que miccionaban en ese "agraciado" momento, pueden dar fe de ello. Mientras llegaba la gente de ingeniería al disco-pub, y como estaba aburrido, lancé fotos al azar a la población femenina del local. No importaba el color ni siquiera la procedencia. Sí el sexo. Opté por reservarme el ticket de la droga para más adelante, por si las moscas. Mi vuelta de reconocimiento tuvo su recompensa, ya que entre medias aparecieron Delphi, Mario&friend, JM ,y las chicas de primero, tan marchosas como de costumbre. Ellas se disfrazaron de pan bimbo y yo de queso en loncha. Si alguien tiene alguna duda de esta última expresión, preguntad en la facultad por Pili Raikkonen. Ella me entiende perfectamente. Me di cuenta de que estaba seco, cuando Bartolo casi me rompe la crisma con un vaso de cristal, al dejarlo caer (por accidente o por soberbia cogorza) desde la tarima, así que me dirigí a la barra a pedir el suministro.

Los amigus, por primera vez juntos en la noche de las batas
Allí como no me atendían, me puse a bailar. Como no era suficiente, me fui a la otra sala a pedirme "un Monopoly" en condiciones. También conocí a una graciosa jienense en la sala techno-house, que se interesó por mi ridícula e insignificante figura. Cuando regresé a la tarima, la gente iba superdesfasada. Prueba de ello, adjunto aquí esta gráfica, tomada a partir de una muestra representativa y al azar, de una población que se encontraba en Centro de Consumo_ Hipermega-Centro Glub esa noche:


Como se puede observar, la gráfica se asemeja a una campana de Gauss. La máxima concentración de alcohol en sangre se alcanzó entre las 4 y las 5 de la mañana. A primera hora, la participación alcohólica era muy baja, porque había pocas personas en el garito y la gran mayoría estaba pidiendo en la barra todavía. Sin embargo, al final de la noche, el pelotazo era tal, que la gran mayoría de los individuos estaban atontados y buscando refugio en la cama. Únicamente Pau, con su vigorosa manera de trazar curvas en el aire y unos pocos hombres no temerosos de Dios, manteníamos el ritmo.
Como veía que la gente estaba muy predispuesta al bailoteo, intenté ganar peso deshaciéndome del copazo, así que me lo hinqué en dos minutos, lo cual tuvo desastrosas consecuencias para mi ya de por sí maltrecho físico y desquiciada mente, y para todos aquellos que me tropecé en el camino. Yo bailaba y hacía bailar a todos aquellos/as que pillaba por banda. Subí hasta la planta de arriba y me encontré a los amigus un poco de bajón, por lo que les canalicé a través de mi cuerpo toda mi energía, y así por lo menos conseguí improvisar un ficticio puente con nata para que la gente pasara por debajo sin lastimarse. La buena de Nata, había dejado un pequeño pececico dibujado en una de las lámparas de la planta de arriba. El juego consiste, en que ahora el dueño de la Glub tiene que encontrarlo. ¡Bórralo, si tienes cojones! Detrás nuestro, se encontraba la versión más antisociable de Bartolo, otrora compañero inseparable durante las veladas del Crucero. Me presentó a su hermano mayor, al parecer mucho más letal ante las féminas que él. Eso último no lo quiero ni imaginar. Podría dejar solteros a la mayor parte de la población masculina de Murcia y de Lorca. Mejor no topárselo, hacedme caso. No pude conectar ni con Jesús ni con Javi en toda la noche, pero sí logré hacerme con un complemento/gadget chulísimo que me dejó Paquito. Lleven cuidado porque la siguiente imagen podría herir su sensibilidad. He aquí el resultado:
Algunos se pusieron tan "ciegos", que recurrieron a gafas de alta graduaciónTambién tuve tiempo de quedarme con la gente y de hacer una encuesta. Resulta, que en el bolsillo derecho de la bata llevaba las preguntas de las novatadas, así que saqué una cualquiera (¿qué famoso personaje del mundo del humor es ingeniero químico?) y me puse a realizar un sondeo a químicas y a biólogas para "matar el gusanillo". Al principio me decían que Jordi Estadella, pero al final acertaron con Mr Bean. Suerte que no llevara un bote de espuma de afeitar en la mano. Ya iba teniendo mono. Suerte también para mí de que ellas no llevaran el spray de pimienta anti-violadores. Una por la otra. En cuanto al panorama musical, se revivieron numerosos pelotazos como "Hey Boy Hey Girl" de Chemical Brothers, "God is a DJ" de Faithless, o "Lethal Industry" de Tijs Verwest
, aunque la palma se la llevó ese track que reza así:
-¡Veo, veo!
- Una cosita
- ¿Qué cosita ves?
- che,que,che,que,che,que.... ¡Meeeecc!
Fue remezclada hasta en cinco ocasiones por un DJ, que todo hay que decirlo, es de lo mejorcito que he visto durante meses en ambientes de semejante calibre. Un aplauso para él también y para "la bachatta" con la que nos obsequió. Además, le demostré a los amigus lo mucho que aprendo durante su ausencia, ya que les recité gran parte de la canción de "El Lamento Boliviano". Otro tema de relevancia fue "Put your hands in the air" de Danzel. Todos ellos fueron salteados con canciones de Chambao y la de "Con la mano levantttaaaa...." de Macaco.

Los últimos coletazos de la noche los pasé hablando del buen oficio del Nazareno y pegándome unos buenos bailes con las chicas del grupo de Chema. El padre de Almudena nos recogió afuera y nos llevó hasta el piso de Rodri.
Tras ésta fiesta, saco dos conclusiones de relevancia:
1) Me voy a mudar a Yecla aunque la hipoteca me salga más cara.
2) Todavía no pienso en "colgar las botas", que nadie se alarme. Además, el día que lo haga, lo haré de manera conjunta con Walter. Ese día será recordado durante mucho tiempo por generaciones. Los posibles lugares que se "suenan" para albergar dicho evento son la "Bri-Tif", el "Zulu", "El Quijote", la "Puzzle", el "Tragos" y "disco-pub Alpe". El "Canterbury" ha quedado descartado por su escaso aforo, a pesar de que la relación con los organizadores es buena. Otro de los objetivos es que figure una foto nuestra en el bar de Ottos.
3) Faltó un pequeño toque británico a la fiesta. Parece que no, pero crean ambiente con sus cánticos e himnos. Marc, un decrépito saludo para ti.
4) En éstas últimas batas me quedo con dos frases:
a.- Me da mucho morbo que las chicas se pongan en cuclillas para firmarme la bata.
Yo, además de eso, la he grabado con cámara de video, mientras ella lo hacía-agrega otro
b.- Éste cubata lleva arena y musgo, tío. ¿Qué clase de ron es éste?
PD1: Hubo un momento de la noche en la que me tropecé con Mambo, y me dijo que iba a cascársela al aseo. No sé como le iría. Espero que bien, para que luego digan que soy un mal amigo.
PD2: Últimas noticias: un tal Jesús Robles aterrizó en la pista sin pedir permiso a la sala de control aéreo. Espero que este golpe en la cabeza no lo haya fastidiado del todo. Según fuentes fidedignas, el Sr. Brugal tuvo mucho que ver en el suceso.
PD3: Más noticias frescas. Un "negro" causo el pánico entre la población científica, al emerger de repente, y sin previo aviso, de unos arbustos cuando varios individuos se encontraban indefensos cambiándole el agua al canario.
PD4: Me cago en aquél/aquella que pintó con gigantescas letras la parte trasera de mi bata, tapándome gran parte de mis dedicatorias. Como te pille, te "reviento". Ojalá caigas en desdicha a partir de este mismo momento. Maldito seas, cabrón/a.