Cuarenta años de incansable seguimiento y amor por la selección. Récord español de asistencia a los mundiales (siete en total) y de partidos internacionales (más de quinientos). Así se podría empezar a perfilar a Manuel Cáceres Artesero, un mocetón de casi sesenta años edad que derrocha ilusión y alegría cada día de su vida. Contrariamente a lo que la gente piensa, no sólo ha animado fervorosamente a los miembros de "la roja", sino que ya de muy pequeño se consagró como hincha "radical" y "violento". Empezó con el Huesca, sorprendentemente ahora en Segunda División, prosiguió con el Real Zaragoza, en cuyo estadio, "La Romareda" recibió una de las mayores ovaciones que se le recuerdan, al dar la vuelta al "ruedo"en camilla y con el bombo a cuestas. Se pasó al baloncesto, antes de aplaudir los éxitos internacionales del Madrid y el Barça, hasta que descubrió su equipo de toda la vida: España. Aún digo más: ¡¡¡¡Españaaaaaaa!! y no como otros le llaman: que si país, que si Estado. Que no es ni país, ni Estado, ni nación, ni mierdas... ¡es España, pijo! ¡qué parece que da vergüenza decirlo!
Pues sí, la afición y la pasión que Manolo tiene por el fútbol llega hasta tal extremo, que se ha llegado a hipotecar por el fútbol, gastándose todo lo que gana en su bar en desplazamientos y en entradas a los partidos. Porque la Federación Española de Fútbol, presidida, que digo, "regentada" en plan dictatorial por el bueno de Villar, no le ha costeado ni un duro al pobre. No creo que tenga agallas suficientes para presentarse en "Tu museo deportivo" (que así se llama el bar de Manolo y que se encuentra junto al estadio del Valencia) y pedirse un "chato" de vino y una tapa de embutido. El saludo por el príncipe en EEUU, por el rey en Zaragoza, por el presidente del Gobierno (entonces Jose María Aznar) en Santander y por mí en Murcia, ha sido el único reconocimiento que ha tenido, para un hombre que lamenta que las aficiones visitantes no se desplacen a animar tanto como antes y no den tanto colorido a las gradas con sus banderas y bufandas.
¡Ah! Se me olvidan los detalles importantes: se rompió el menisco jugando con los gitanos en Huesca, le robaron uno de sus bombos cuando lo facturó desde Costa Rica con destino Valencia, y en el mundial de España recorrió 15800 kilómetros haciendo autoestop. Eso sí, todos los vehículos que lo subían a bordo eran trailers, autobuses de dos pisos, cergüis, hormigoneras, camiones rígidos y similares. Estaba claro que antes podías llegar a donde quisieras haciendo autostop, incluyendo a las Casas de Don Gonzalo.
Pues sí, la afición y la pasión que Manolo tiene por el fútbol llega hasta tal extremo, que se ha llegado a hipotecar por el fútbol, gastándose todo lo que gana en su bar en desplazamientos y en entradas a los partidos. Porque la Federación Española de Fútbol, presidida, que digo, "regentada" en plan dictatorial por el bueno de Villar, no le ha costeado ni un duro al pobre. No creo que tenga agallas suficientes para presentarse en "Tu museo deportivo" (que así se llama el bar de Manolo y que se encuentra junto al estadio del Valencia) y pedirse un "chato" de vino y una tapa de embutido. El saludo por el príncipe en EEUU, por el rey en Zaragoza, por el presidente del Gobierno (entonces Jose María Aznar) en Santander y por mí en Murcia, ha sido el único reconocimiento que ha tenido, para un hombre que lamenta que las aficiones visitantes no se desplacen a animar tanto como antes y no den tanto colorido a las gradas con sus banderas y bufandas.
¡Ah! Se me olvidan los detalles importantes: se rompió el menisco jugando con los gitanos en Huesca, le robaron uno de sus bombos cuando lo facturó desde Costa Rica con destino Valencia, y en el mundial de España recorrió 15800 kilómetros haciendo autoestop. Eso sí, todos los vehículos que lo subían a bordo eran trailers, autobuses de dos pisos, cergüis, hormigoneras, camiones rígidos y similares. Estaba claro que antes podías llegar a donde quisieras haciendo autostop, incluyendo a las Casas de Don Gonzalo.
Como obsequio, aquí tienen la siguiente secuencia de imágenes:

Manolo, haciendo lo que mejor sabe hacer

Intentando robar la Eurocopa, conseguida en junio de este año
Manolo, cuando la selección va perdiendo por cinco, parece empezar a no verlo tan claro

Manolo también es humano y como tal, también necesita ir al water. En este caso, parece que se trata de una "zurrieta" aguda

Como bien he dicho antes, es "humano". Y ante todo, "hombre". Por ello, también experimenta deseo carnal por las hembras de su especie

Manolo, "bombeando" con el menisco "hecho trizas"


Walter al margen de sus muchos trofeos conseguidos en conciertos y por concursos de la radio, aqui tiene también su foto con el gran Manolo. Y el gran Manolo también tiene su foto con el gran Walter.

Yo también consigo mi foto con Manolo (con una de mis poses habituales) y además salgo con gente que no conozco, lo cual le otorga un valor doble.

Manolo, cuando la selección va perdiendo por cinco, parece empezar a no verlo tan claro

Dos mascotas siempre son mejores que una
Manolo también es humano y como tal, también necesita ir al water. En este caso, parece que se trata de una "zurrieta" aguda

Como bien he dicho antes, es "humano". Y ante todo, "hombre". Por ello, también experimenta deseo carnal por las hembras de su especie

Manolo, "bombeando" con el menisco "hecho trizas"

Manolo, un gamberro de la época. Ahí lo tienen, encima de un coche y "dando por culo" a las seis de la mañana en Zaragoza
Walter al margen de sus muchos trofeos conseguidos en conciertos y por concursos de la radio, aqui tiene también su foto con el gran Manolo. Y el gran Manolo también tiene su foto con el gran Walter.
Yo también consigo mi foto con Manolo (con una de mis poses habituales) y además salgo con gente que no conozco, lo cual le otorga un valor doble.